Skip to main content

El coche eléctrico ya murió de éxito

En los años 90 del pasado siglo, por una reforma legislativa del estado de California en EEUU sobre el medioambiente, General Motors decidió apostar fuerte por el coche eléctrico teniendo un éxito apabullante.

Tanto es así, que dos años después, y viendo que las infraestructuras de carga no se habían desarrollado adecuadamente y el bajo apoyo institucional, decidió recomprar todos los vehículos vendidos, para su producción y desguazar todos los modelos.

Como se pudo comprobar, el coche eléctrico suponía un cambio generacional en el transporte privado que podría haber tenido un desarrollo más continuado en circunstancias más propicias. Sin embargo, también supone una prueba irrefutable de que la movilidad eléctrica es una alternativa real al transporte alimentado por carburantes fósiles y que la iniciativa privada es la que debe liderar este cambio en la sociedad.

En cualquier caso, actualmente creo que existen una serie de factores que están limitando muy seriamente el impacto que la movilidad eléctrica podría tener en nuestro país, a saber:

Usuarios
La actual coyuntura de crisis económica frena sustancialmente la compra de nuevos vehículos por parte del consumidor español, que tradicionalmente nunca ha tenido una alta sensibilidad al tema medioambiental si éste lleva aparejado un precio sensiblemente mayor. En otras sociedades, se tiene muy claro que los productos que respetan el medio ambiente son menos competitivos, pero su utilización a largo plazo tiene un impacto más beneficioso que no se puede contabilizar monetariamente.
También la falta de información en el ahorro a medio y largo plazo respecto al coste medio del kilómetro realizado, además del bajo mantenimiento de un vehículo eléctrico supone que el usuario no se llegue a plantear seriamente la cuestión.

Administraciones Públicas
Aunque existen políticas aisladas que pretenden o dicen pretender la implantación real de los vehículos eléctricos, muchas de ellas son puro márketing. No existe un plan real que coordine esfuerzos presupuestarios de los diferentes niveles de la Administración que persigan eficazmente la creación de una estructura de recarga importante y sostenible.
¿Cómo puede ser que el plan MOVELE también se utilice para comprar vehículos no eléctricos? Como se puede ver, este plan intenta maquillar la desastrosa cifra de ventas de automóviles en España, así que yo no lo tengo ni en cuenta como plan para la implantación del coche eléctrico.
El proyecto de Directiva europea que la Comisión elaboró hace un mes y que en www.recargacocheseléctricos.com hemos comentado ya varias veces, parece que va a exigir a los gobiernos de los estados miembros la implantación de una infraestructura real de abastecimiento para las baterías, ya veremos en qué queda.

Fabricantes de vehículos
El proceso de globalización ha supuesto la agrupación de entidades empresariales de un mismo sector dando lugar a compañías internacionalizadas con un gran volumen de negocio. Esto supone que la producción de coches eléctricos esté prácticamente en su totalidad oligopolizada por pocas empresas. Digo esto para que nadie se sorprenda del lento desarrollo de vehículos eléctricos a nivel tecnológico. Debemos recordar que los fabricantes llevan más de 100 años investigando para crear motores de combustión más eficientes, que necesiten menos energía para obtener la misma potencia y toda esa investigación supone dinero.
Es por ello por lo que todavía no están desarrollando una división fuerte de investigación en baterías y eso les impide tener seguridad a la hora de lanzar productos eléctricos. Todavía habrá que esperar un tiempo hasta que empiecen a pensar que ya han amortizado suficientemente la investigación en motores de combustión.

Empresas del sector de la distribución
La distribución en España está sufriendo un revés importante, ya que las cifras de ventas no están teniendo el ritmo suficiente para mantener a todos los competidores. Su desunión y su falta de inversión en publicidad están ayudando a que la movilidad eléctrica se disuelva como azucarillo en la forma de transportarnos en este país.

Aquí quiero puntualizar, que el bajo impacto de la movilidad sostenible no es un problema del producto. El producto es competitivo, sirve perfectamente para lo que sirve, no necesita de mantenimiento y es fácil y barato recargarlo. Además es un producto verde, que cuida el medio ambiente y genera sinergias para la implantación de un modelo de cambio energético.

Si una compañía pudo hace casi 20 años llevar al éxito al vehículo eléctrico, nosotros somos los responsables de que esto no ocurra en la actualidad. Será culpa nuestra si el vehículo eléctrico no muere de éxito sino de fracaso.

Luis Sebastian

Dando el máximo para hacer las cosas lo mejor posible. Si quieres saber cómo, sígueme en Twitter: @lsebacast

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *