Después de que la semana pasada nos enterásemos de la noticia de que la Unión Europea nos exigía que en 2020 tuviéramos 90.000 puntos de recarga públicos, nos enteramos que para financiar esto quieren poner un impuesto de 500€ por coche.
El Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) ha propuesto imponer un impuesto de matriculación a los vehículos eléctricos, que sería de unos 416 euros por coche, con el fin de financiar la red de infraestructuras de recarga en el territorio nacional.
Desde el sindicato consideran que la exención del impuesto de circulación, de ámbito municipal, y la exención del pago en las zonas de estacionamiento regulado, además del menor coste de energía por kilómetro recorrido, son estímulos suficientes para incentivar la demanda de coches eléctricos.
Estos técnicos no tienen un vehículo eléctrico, para empezar la tasa municipal en mi pueblo en Valencia sí que se paga. Y además el coste del vehículo ya frena mucho a los posibles compradores.
Lo que no se puede permitir es que con la que está cayendo el coste de la infraestructura de la recarga en lugares públicos sea a costa de el usuario.
El usuario ya asume el coste del punto de carga en su domicilio y no es de agrado tener que sufragar el gasto también en los lugares públicos.
Los usuarios de vehículos eléctricos son conscientes de la situación, pero ya se hace un gran esfuerzo para adaptarse al vehículo eléctrico. No es más lógico buscar acuerdos con empresas privadas para que estas financien la colocación de estos puntos. Las gasolineras son privadas no las pagan los usuarios de vehículos a combustión, porque quieren hacer pagar a los usuarios de vehículos eléctricos.
Desde este blog, Digamos NO a esta tasa