Como bien sabéis, la normativa técnica ITC-52 que desarrolla el Reglamento Técnico de Baja Tensión y que todavía no ha sido aprobada por el Consejo de Ministros ni publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) se ha tomado como referencia en los últimos años en todo lo relativo a la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos.
Pues bien, una de las obligaciones que esta norma señala en su redacción no es otra que la necesidad de contar con un punto de recarga por cada 30 plazas de aparcamiento de cualquier garaje comunitario, aparcamiento público, etc. Esto significa que el impulso al vehículo eléctrico se verá apoyado por una obligación legislativa que promocionará la instalación de infraestructuras de recarga de una forma uniforme por todo el territorio nacional.
Esta obligación recogida en la ITC-52 tiene como vacatio legis dos años desde su publicación, lo que significa que aquellos aparcamiento públicos, semi-públicos (centros comerciales, edificios de oficinas, etc.) y privados que hay sido construidos antes de ese mismo instante, también tendrán la obligación de incorporar estaciones de recarga para vehículo eléctrico. Esto significa que, si la norma fuera publicada el próximo 1 de octubre de 2013, la obligación de tener 1 infraestructura de recarga por cada 30 plazas sería efectiva a todos los efectos el día 1 de octubre de 2015, fecha tras la que podrían ya ejecutarse multas por su incumplimiento. Garajes comunitarios, aparcamientos de edificios de oficinas, en centros comerciales, en edificios públicos, plazas de ORA y tarificación especial para vecinos; todos ellos deberán incorporar en un futuro muy próximo puntos de recarga para vehículos eléctricos, independientemente de su fecha de construcción.
Por esta razón, muchos se están adelantando a la jugada. Y es que la inversión que va a ser necesaria en todo el país para adecuar las infraestructuras de Universidades, garajes privados, aparcamientos públicos va a ser interesante. Por ello, y teniendo en cuenta que los costes no son los mismos cuando se acomete una obra que cuando se rehabilita, todas las empresas constructoras de nuestro país (sí, alguna se mantiene en pie tambaleante tras la crisis y la burbuja inmobiliaria) están apostando por incorporar los puntos de recarga para vehículos eléctricos al mismo tiempo que realizan la estructura y la construcción del nuevo edificio.
A pesar del inmovilismo legislativo que muchas veces se prorroga, se cree que este hecho puede suponer un aumento muy notable del negocio en el sector.